
Esta semana me descubrí más de una vez diciéndoles a mis compañeros de trabajo y a los clientes caseritos del banco que se acerca mi cumpleaños. Empecé desde el lunes con el anuncio "Falta una semana para mi cumpleaños!". Sonrieron, preguntaron qué planes tenía para celebrarlo, dijeron que me traerán un chocolate ese día y casi todos hicieron LA PREGUNTA: ¿Cuántos cumples? Nunca he tenido problema alguno para decir mi edad, por lo que a todos les contesté "Veintiocho!" mientras sonreía tratando de captar sus expresiones. Varios coincidieron en decir "Ah, estás chiquilla!". Cabe acotar que gran parte de los clientes caseritos del banco son pensionistas con un promedio de edades de 70 años aproximadamente, por lo que no me siento realmente "chiquilla" porque ellos me lo hayan dicho. Sin embargo, su comentario y mi empeño de anunciar la cercanía de mi cumpleaños me hicieron recordar, y añorar un poco, mis primeros años en el colegio. Aparte de decirles a mis amigas del salón cuántos días faltaban para mi cumpleaños a diario (desde un mes antes de que llegara), mi agenda escolar tenía anotaciones con letra especialmente delineada desde el 21 de octubre hasta el 20 de noviembre que indicaban cuántos días faltaban para mi cumpleaños. Mi amiga Diana, con la que salgo en una de estas fotos de tercero de primaria si no me equivoco, me bromea hasta ahora en casi todos los cumpleaños diciendo algo como: "Llegó el día más esperado del año!". Siempre me gustó mi cumpleaños, no tanto por los regalos, cuya cantidad disminuyó en forma inversamente proporcional a como avanzaron los años; sino porque era "MI DÍA", en el cual, por una fuerza mágica e incontenible tenía que ser inevitable y plenamente feliz. Por eso lo esperé cada año con la misma emoción anticipada.
Algo más que se me vino a la mente en esta noche de recuerdos de primaria fue el conocido y nunca bien ponderado "SLAM". Un cuaderno escrito de principio a fin con preguntas en la parte superior de cada página. Todas teníamos un slam y lo intercambiábamos hasta que recorriera todo el salón y hubiera recolectado las respuestas de todas. Tenía preguntas clásicas como: "¿Quién te gusta?", "¿Quién es tu amor platónico?", "¿Cómo te consideras?", "¿Cuál ha sido tu momento más feliz?", "¿Cuál ha sido tu momento más triste?", etc. Dos preguntas que recordé particularmente esta noche fueron: "¿A qué edad te piensas casar?", a la cual recuerdo que contestaba como si fuera una sentencia: "A los 24". En la página siguiente de todos los slams solía estar la pregunta: "¿A qué edad quieres tener hijos?", a la que yo contestaba: "A los 27", ya que tenía clarísimo que luego de casarme quería compartir un tiempo a solas con el futuro padre de mis hijos.
Oops! No me casé a los 24 ni voy a tener hijos en los 2 días que me quedan de los 27 años! Definitivamente en la época de los slams la tenía muchísimo más clara de lo que la tengo ahora, o al menos vivía en la ilusión de que era así. En esa época no sabía nada de relaciones truncas, desamores, inestabilidad emocional, dependencia, miedo al compromiso y otros inventos de la actualidad, felizmente. Los ciclos de la vida no son tan simples como decretábamos en los slams y emprender una relación seria no es tan fácil como era jugar a la botella borracha en la adolescencia. Sin embargo, hoy por hoy, me alegro de haber vivido estos 27 años como los he vivido, con los errores que he cometido, con los aciertos que he tenido, con las caídas de las que me he levantado, con los obstáculos que he afrontado, con las buenas y malas decisiones que he tomado, con los logros que he alcanzado, con las lágrimas que he llorado, con las risas en las que me he desbordado.
Si bien hace varios años dejé de recordar a quienes tuviera cerca que se acercaba mi cumpleaños, creo que mis 27 años han sido una especie de segunda adolescencia que al parecer está por concluir, felizmente, y me devolvieron esa inquietud lúdica de anunciar mi cumpleaños con una sonrisa emocionada. Hoy me siento feliz de que mis 28 estén a la vuelta de la semana y más feliz aún de poder decirles a todos ustedes: FALTAN 2 DÍAS PARA MI CUMPLEAÑOS!!! ;)
10 comentarios:
Querida Becky, yo no tengo 70 años, pero soy un poquito mayor que tú, y te diré qué a los 28 años, estas re chiquilla.Me has hecho recordar de los slam...q recuerdos aquellos.....gracias, éxitos en lo personal y profesional.Besos.
Pues que bien escribes Becky no te conocia en esa faceta, tienes una manera interesante de graficar las situaciones deberias intentar tomartelo eso de escribir mas en serio. Exitos
Nunca dejas de sorprenderme!!...me encantó!!
Falta un día vecinaa¡¡¡¡¡
Gracias a todos por visitarme y por sus comentarios tan lindos :) Falta un día vecino!!!
Beckyta tu blog esta super super, yo te puedo decir q estas igualita q cuando t conocí en el BCP, derrepente con un par de arrugitas mas las cuales son el precio del paso de los años pero estas igualita. Hay q vivir no pensando en cuantos años cumplimos, sino en tooooodos los q nos faltan cumplir y mas aun en todo lo maravilloso que podemos hacer con ellos. Feliz cumpleaños y que todo marche bien. Saludos.
Anyelo Oblitas.
Qué lindo amigo! Gracias y besos!
Rebeca, que pases un cumpleaños muy bonito en compañía de tus seres más queridos. Te extraño mucho, pero no podré verte. Te deseo lo mejor en todo. Cuidate mucho.
Admirador quizá eternamente secreto de Becky y algunas amigas suyas.
Becky me identifique tanto, en muchas cosas leídas!!! me encanta la manera en que cuentas las cosas, sentía como si me lo contaras face to face, enganchas al lector. Quien sabe, sacar un libro de tus aventuras no seria una idea de locos. Orgullosa de ti mami :D
Gracias hijita! Te quiero mucho!!! :)
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